Durante buena parte del siglo pasado, tener un diente de oro era una solución común que encontraban los odontólogos para reparar un diente dañado.
Sin embargo más que una solución para un problema dental, se trata de una moda que nació en los 80´s y 90´s cuando los cantantes de hip hop se colocaban fundas de oro y joyería para ostentar riqueza, estatus, poder, rebeldía y distinguirse del resto.
Actualmente parece que esta moda de usar coronas y fundas de oro y diamantes ha vuelto a resurgir. Ciertas Celebritis, como Beyonce, Madona o Rosalia han optado por lucir su dentadura con aplicaciones doradas engalanadas con diamantes y otros, más conocidos como ‘’grillz’’.
¿Son seguros los Grillz?

El Dr. David Ruiz Siguín, dentista de confianza en Chamartín, de la Clínica Vermont, nos explica que las coronas de oro pueden originar una enfermedad gingival grave si no se ajustan de forma adecuada. A veces estos accesorios están prefabricados y no siempre son colocados por un dentista, con ello se pueden originar muchos problemas de salud bucal.
En el caso de que sean necesarios, tiene que ser acorde a la boca y sin sobredimensionar el diente. La enfermedad periodontal, la caries dental, las roturas de los dientes y las alergias de contacto, son posibles complicaciones que pueden surgir con este tipo de arte dental.

Los dentistas de confianza en Chamartín de la Clínica Vermont nos explican que existen opciones más seguras que pueden prevenir complicaciones posteriores serias, como un adorno de oro de 24 quilates que se adhiere a alguno de los dientes frontales y que es realizado por un dentista que instruye al paciente sobre el adecuado mantenimiento y las posibles complicaciones. En otras culturas este tipo de adornos son muy comunes e incluso denotan un estatus y una riqueza.